No recuerdo cuando empezó esta relación que ya no sé cuanto dura, pero recuerdo momentos de espera en Zaragoza, Madrid...sobrellevándolos con Candy Crush, viajes en tren más amenos con mi Candy Crush, incluso en el "super" cuando la fila es larga una partidita al Candy hace que el tiempo pase más deprisa.
He llegado a adelantar el reloj del móvil para aumentar las vidas, reconozco que en algún nivel imposible de pasarlo he pedido ayuda...Y he intentado dejarlo pero no puedo. A fecha de hoy voy por nivel 617.
Tere es la madre de Isabel, una compañera de trabajo, y al igual que yo también está enganchada a Candy Crush.
Para su cumple Isabel quería regalarle algo original, y pensó que unas galletas Candy Crush sería el regalo ideal. Ya no solo podría jugar al Candy, ahora también podría comérselo.
Os enseñamos las galletas Candy, y a Isabel con sus galletas.
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